La técnica tradicional de cerámica utilitaria llamada Raku (o Raku-yaki) se originó en oriente, y era utilizada para la fabricación de bols para té.
El Raku es en sí mismo un mundo dentro del mundo de la cerámica. Es muy gratificante, pues permite sentir la fuerza de la arcilla, la magia del esmalte y la emoción de la horneada.
Raku significa hallazgo feliz, espontaneidad, libertad, simplicidad y goce, y es la fuente inagotable donde se nutre el placer.
Las piezas esmaltadas se extraen del horno cuando alcanzan su punto de fusión (850-900°C), se colocan en un recipiente con aserrín para su reducción. Luego de unos minutos se traspasa a un recipiente con agua, lo que permite evitar la re oxidación y producir cuarteaduras.
Vivir y disfrutar este proceso paso a paso es emocionante.