Como material de expresión, la arcilla, que es tierra, está unida a nosotros porque es símbolo de vida. Por esa razón, nuestro mundo interior se proyecta mucho más fácil en ella. En este espacio creativo trabajamos con la arcilla-tierra tratando de expresarnos a través de objetos cerámicos con imaginación, paciencia y estética.
La función estética consiste en transformar lo ordinario en extraordinario. Desde el comienzo de la historia el ser humano ha agregado a la fabricación de los objetos, un excedente no funcional ligado a la forma y a la decoración.
Cada uno de los alumnos tiene aquí su lugar, que es propio y especial para iniciarse en el fascinante mundo cerámico. Empezando por el modelado de la arcilla hasta el esmaltado de las piezas, disfrutamos viendo esta transformación y somos artífices de nuestras obras. Mientras tanto, se van incorporando técnicas, usando herramientas nuevas, ampliando conocimientos y mejorando la motricidad. Todo en un clima grupal, alegre y distendido.